LAS RECOMENDACIONES DEL FMI Y EL PRESUPUESTO DEL 2015
La misión del FMI que visitó nuestro país en el mes de noviembre pasado, ponderó favorablemente el manejo de la economía del gobierno. Reconoció como positivos el crecimiento del PIB y expresó su apoyo a los esfuerzos del Gobierno Central por “controlar su gasto y al mismo tiempo aumentar el gasto en educación, lo que permitiría cumplir con la meta prevista en el presupuesto de 2014 de -2.8 por ciento del PIB.”
Igualmente, recomendó: “seguir adelante con la consolidación fiscal para reforzar la sostenibilidad de la deuda y reducir las necesidades de endeudamiento externo. Asimismo, aconseja reorientar la consolidación fiscal hacia el aumento de los ingresos, en lugar de la reducción del gasto de capital. La misión reitera también la importancia de reanudar la recapitalización del Banco Central tal como lo dispone la ley de 2007, lo cual contribuirá a fortalecer la credibilidad del marco monetario.”
Como se ve, la misión del FMI concede un rol fundamental a la necesidad que tiene el gobierno de aumentar sus recaudaciones fiscales, como forma de dar continuidad a la consolidación fiscal, sin que para ello sea necesario reducir el gasto de capital y limitar la capitalización del Banco Central.
Para cumplir con ambos aspectos señalados por ese organismo, el aumento del gasto de capital y la observancia de la Ley 167-07 que establece los mecanismos legales y financieros para alcanzar la recapitalización del Banco Central en un período previsto de diez (10) años, definitivamente se requieren más recursos.
En lo que respecta a la recapitalización del Banco Central (y como se observa en la gráfica), para cumplir con la disposición de la Ley en 2015, el gobierno necesitaría adicionalmente unos RD$ 18,131 millones, (0.6% del PIB); ya que el presupuesto del 2015 contempla un monto equivalente a 0.7% del PIB (RD$ 21,152 millones) y la referida Ley prevé que debería asignarse 1.3%.
Por su lado, el presupuesto para dicho año destina 2.6% del PIB a gastos de capital, lo cual representa 0.6% del PIB de 2015 (RD$ 18,773 millones) menos que el gasto presupuestado en el 2014 para ese concepto y menor que los montos previstos de los últimos 8 años.
Por consiguiente, para mantener el gasto de capital en los niveles del año 2014 y además cumplir con la ley sobre recapitalización del Banco Central, el gobierno necesitaría ingresos adicionales del orden de 1.2% del PIB. Por la magnitud de esta cifra, casi RD$ 37,000 millones, podemos suponer que resulta inviable para el gobierno atender las recomendaciones del FMI sin abocarse a una de sus sugerencias: el incremento de los ingresos como alternativa.
Es oportuno mencionar que según el presupuesto aprobado para el 2015, del total de ingresos tributarios (o sea de todos los ingresos que recauda el gobierno por concepto de impuestos) que espera obtener el gobierno en el 2015, se ha asignado: 28% para el Ministerio de Educación en cumplimiento de la Ley de Educación, 20.6% para el pago de intereses correspondientes de la deuda interna y externa, 23.8% para aplicaciones financieras o amortización de la deuda incluyendo la recapitalización del Banco Central, 9.6% para el subsidio a la electricidad, 4% a los ayuntamientos. De manera que, solamente el 14% de todo el recaudo tributario queda disponible para otros gastos. El resto de los gastos se financian principalmente con deuda.
Asimismo, al revisar la cantidad de recursos que el gobierno espera recibir por ingresos tributarios, parece un escenario optimista. El gobierno espera obtener RD$426,459 millones de ingresos tributarios. Esta cifra representa un crecimiento de las recaudaciones del orden del 9.8% respecto de los RD$388,351 que se recaudarán este año según la reestimación o proyección realizada por el Ministerio de Hacienda, que equivale a RD$13,355 millones menos que lo presupuestado en el 2014.
Este crecimiento estimado equivalente a RD$ 38,109 millones luce optimista en la medida en que se realiza en un contexto en el cual no se vislumbran medidas que generen un crecimiento de las recaudaciones por encima del crecimiento esperado del PIB corriente que es de 9.2%.
Recordemos que en el 2015 la tasa del Impuesto sobre la Renta de sociedades se reducirá un punto porcentual (pasando de 29% a 28%), además se debe esperar alguna reducción de los ingresos por concepto del Impuesto Ad-valorem a los hidrocarburos como consecuencia de la caída de los precios del petróleo y su impacto sobre los precios locales, también se observa una tendencia a bajar o cuando menos a mantenerse estables de los precios internacionales del oro lo cual sugiere que se debería ser conservador al estimar el aporte minero; pero fundamentalmente, no debería suponerse que en el 2015 se contará con ingresos extraordinarios de la magnitud de los obtenidos con las transacciones de venta de acciones de grandes empresas que se efectuaron en el presente año 2014. Tan solo por las ganancias de capital originadas en el sector de las telecomunicaciones y minero, se generaron unos RD$ 14,333.2 millones según el propio presupuesto para el 2015.
Aún si se aplicara el impuesto de circulación de vehículos y se realizara la indexación de los montos específicos del ISC de los hidrocarburos, que están pendientes desde el 2012 con la aprobación de la Ley 253-12, como establece el informe explicativo del presupuesto para el 2015, los montos asociados a estas medidas no son suficientemente representativos para sustentar los resultados esperados.
Finalmente, en cuanto a la presión tributaria esperada para el 2015 según refiere el presupuesto, sería de 14.1%; esto es 0.4 puntos porcentuales menos a la programada en el proyecto del 2014 (calculado con base a la estimación del PIB presentada en la Ley de Presupuesto 2015). Vale destacar que este resultado se encuentra lejos de la meta establecida en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), la cual plantea que la presión tributaria del 2015 debería alcanzar 16%.
En síntesis, las recomendaciones de la misión del FMI de aumentar los gastos de capital y retomar los niveles previstos por la Ley de capitalización del Banco Central parecerían de difícil cumplimiento en conjunto con el logro de un balance primario de -2.8%, más aun en el contexto de escasez de los ingresos en que se encontrarán las autoridades para el año 2015.